1 Samuel 17:45
La palabra que expresó David ante un desafío tan grande en el cual él se encontraba en ese momento, fueron palabras de seguridad, de confianza en Dios. El estaba seguro, no importaba cuan grande fuera ese gigante, ni las armas con que lo enfrentaba; él sabía que ese Dios a quién él adoraba, en quien él creía, en el cual el confiaba, lo libraría de las manos de Goliat, porque David no confiaba en lo que sus hermanos o Saúl como rey confiaban. Como era en su fuerza o su destreza para la batalla. Por el contrario David confiaba en el poder de Dios.
Yo no se a que situación tu te enfrentas hoy. Quizás te enfrentas una enfermedad o un cáncer Terminal. Talvez las circunstancias a las que te enfrentas hoy son como Goliat y tu sientes que no tienes la capacidad para enfrentar ese problema, y te sientes frustrado y vencido. Quizás no sea una enfermedad, tal vez sea la droga, el alcoholismo, talvez sea violencia familiar, abandono, pobreza… Hay tantos gigantes a los cuales la humanidad se enfrenta hoy; y no encuentran las armas necesarias para vencerlo, mas en esta noche vengo a decirte algo de parte de Dios: Que tengas confianza en El, porque él envió un salvador, un salvador para tu vida el cual se llama Jesús; que por amor a ti murió en una cruz pero él no quedó en esa cruz, el resucitó al 3er día y venció por ti a ese gigante.
Dice la palabra de Dios en: Isaías 53: 4 “ciertamente llevó Él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores”.
En esa cruz, en esas llagas, en esa sangre derramada hay salvación para tu vida. Solo Jesucristo puede salvarte, sólo Él puede sanarte, sólo Él puede librarte. Hay un milagro para tu vida, hay salida para tu problema, confía en el ahora, rinde tu vida al Señor, levanta tu mirada al cielo, hay alguien que quiere ayudarte; hay alguien hoy aquí que está dispuesto a luchar por ti:
Él es JESUCRISTO. Hoy es noche de salvación, tu milagro esta cerca, no dejes pasar esta oportunidad, mañana puede ser tarde. David se atrevió a derrotar al gigante, aún cuando nadie lo quería hacer. David vio caer al Gigante delante de él, porque él confió en Dios. Tu puedes ver a ese gigante caer hoy día, tu puedes ver la gloria de Dios hoy. Dios se moverá a tu favor porque Dios esta con aquellos que confían en Él. Así que en este momento te digo: A ti joven, a ti mujer, a ti que estás pasando por un valle de sombra y de muerte, ten confianza porque hay esperanza; y esa esperanza no avergüenza, porque esa esperanza se llama Jesús.
Asi que yo te invito ahora, ven a Cristo ahora, ven a Él. Él romperá las cadenas de tu vida y serás libre para siempre amen.